El jueves 11 de Octubre, se realizó un Encuentro Provincial de Coordinadores de Centros de Actividades Juveniles (CAJ). EPIlogo se acercó hasta la reunión para entrevistar al Director de Educación Secundaria, Profesor Ariel Zysman, quién así respondió a nuestras preguntas.¿Cuáles son las expectativas en esta presentación que se va a realizar?
- Este es un paso más que estamos dando en el trabajo de articulación entre las distintas Direcciones de nivel, en este caso la Secundaria y la Dirección de Políticas Socioeducativas, porque creemos que el trabajo tiene que ser conjunto, porque creemos que lo más importante en este momento es empezar a bajar algunas barreras que hay adentro y afuera de la Escuela, entre lo que podríamos considerar lo formal y lo no formal.
Todos los programas extracurriculares deben tener un fuerte peso curricular, tienen que ser parte de la educación común, tienen que ser parte de la Escuela Secundaria obligatoria. En este sentido, los CAJ son un parte fundamental de hacer y reconocer las prácticas culturales de los jóvenes y, para nosotros, un fundamento de eso, una acción constitutiva de esta nueva Secundaria. Por eso no queremos que queden solamente por afuera, sino que deseamos compartir un espacio a partir de esta jornada del trabajo que venimos realizando, de poder buscarle la vuelta para que esto funcione adecuadamente, que los CAJ nos permitan pensar algunas cuestiones hacia adentro de la Educación Secundaria.
¿Qué aporte hacen las nuevas leyes nacional y provincial a este rol social de la educación?
- Nuestro marco teórico, nuestro marco normativo son dos cosas fundamentales, como vos decías la Ley Nacional y la Ley de Educación de la Provincia que amparan la educación obligatoria y, por otro lado, la Ley de Promoción y Protección de los derechos de Niños y Adolescentes. Concebir a los jóvenes como sujeto de derecho, ese es nuestro eje para la reforma de la Educación Secundaria de la Provincia. A partir de los CAJ, de la materia Construcción de la Ciudadanía y de encuentros permanentes entre los menores, se busca conseguir el espacio de participación que es necesario, un ámbito real de participación.
Desde tu figura de funcionario joven ¿cómo es tu relación con los chicos?
- Me gusta relacionarme con los jóvenes, porque creo que ellos tienen un real conocimiento de lo que es la Justicia y el compromiso social, al menos ese es el reflejo que me quedó de los tiempos en que daba clases. Todos debemos nutrirnos de eso, ellos están preocupados por su educación y nos demandan que nos ocupemos de la cuestión. La idea es que la juventud tenga un espacio dentro de este proyecto político y se piense de una nueva manera la práctica pedagógica.
¿Qué opinión te merece el proyecto de la Revista EPIlogo?
- Me encantó, porque me parece que una de las cosas que buscan los chicos es poder comunicarse. Una Revista como la que hacen ustedes, que cuenta con un número tan importante de lectores y una gran tirada, es un proyecto más que interesante, es la idea de un grupo de jóvenes que luchó para sacarla adelante. Además, del espacio digital a la concreción del soporte en papel, es un paso significativo e indica un gran trabajo. La calidad de la publicación amerita que pudiera llegar a una mayor cantidad de chicos, porque la sinergia del trabajo que ustedes hacen puede contagiar a otros a seguir el ejemplo y alcanzar los objetivos.
- Este es un paso más que estamos dando en el trabajo de articulación entre las distintas Direcciones de nivel, en este caso la Secundaria y la Dirección de Políticas Socioeducativas, porque creemos que el trabajo tiene que ser conjunto, porque creemos que lo más importante en este momento es empezar a bajar algunas barreras que hay adentro y afuera de la Escuela, entre lo que podríamos considerar lo formal y lo no formal.
Todos los programas extracurriculares deben tener un fuerte peso curricular, tienen que ser parte de la educación común, tienen que ser parte de la Escuela Secundaria obligatoria. En este sentido, los CAJ son un parte fundamental de hacer y reconocer las prácticas culturales de los jóvenes y, para nosotros, un fundamento de eso, una acción constitutiva de esta nueva Secundaria. Por eso no queremos que queden solamente por afuera, sino que deseamos compartir un espacio a partir de esta jornada del trabajo que venimos realizando, de poder buscarle la vuelta para que esto funcione adecuadamente, que los CAJ nos permitan pensar algunas cuestiones hacia adentro de la Educación Secundaria.
¿Qué aporte hacen las nuevas leyes nacional y provincial a este rol social de la educación?
- Nuestro marco teórico, nuestro marco normativo son dos cosas fundamentales, como vos decías la Ley Nacional y la Ley de Educación de la Provincia que amparan la educación obligatoria y, por otro lado, la Ley de Promoción y Protección de los derechos de Niños y Adolescentes. Concebir a los jóvenes como sujeto de derecho, ese es nuestro eje para la reforma de la Educación Secundaria de la Provincia. A partir de los CAJ, de la materia Construcción de la Ciudadanía y de encuentros permanentes entre los menores, se busca conseguir el espacio de participación que es necesario, un ámbito real de participación.
Desde tu figura de funcionario joven ¿cómo es tu relación con los chicos?
- Me gusta relacionarme con los jóvenes, porque creo que ellos tienen un real conocimiento de lo que es la Justicia y el compromiso social, al menos ese es el reflejo que me quedó de los tiempos en que daba clases. Todos debemos nutrirnos de eso, ellos están preocupados por su educación y nos demandan que nos ocupemos de la cuestión. La idea es que la juventud tenga un espacio dentro de este proyecto político y se piense de una nueva manera la práctica pedagógica.
¿Qué opinión te merece el proyecto de la Revista EPIlogo?
- Me encantó, porque me parece que una de las cosas que buscan los chicos es poder comunicarse. Una Revista como la que hacen ustedes, que cuenta con un número tan importante de lectores y una gran tirada, es un proyecto más que interesante, es la idea de un grupo de jóvenes que luchó para sacarla adelante. Además, del espacio digital a la concreción del soporte en papel, es un paso significativo e indica un gran trabajo. La calidad de la publicación amerita que pudiera llegar a una mayor cantidad de chicos, porque la sinergia del trabajo que ustedes hacen puede contagiar a otros a seguir el ejemplo y alcanzar los objetivos.
Eduardo J. Ferrer
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