*¿Esta es tu primera experiencia política?
- Más o menos, primero entré a la agrupación CAUCES en otros ámbitos. La misma trabaja en comedores escolares, en barrios, en centros de estudio, tiene grupos de economía y demás. Yo entré a colaborar en el proyecto de comedores. Empecé a ir ahí a hacer apoyo escolar y después formé parte del grupo que se presentó en la lista para el Centro de Estudiantes. Aparte cumple otras tareas comunitarias.
- Te explico, el Centro de Estudiantes es la institución y la dirige una agrupación política comunitaria que tiene su propia vida e individualidad. Un ejemplo para ser más claro: no es lo mismo el municipio de Gral. Pueyrredón que el Partido Radical, pero este último es el encargado de conducir el poder local. Entonces el Municipio es la institución y el Partido Radical la agrupación. Acá pasa lo mismo, el Centro de Estudiantes es la entidad, que se llama CECES y CAUCES la encargada de conducirlo. Por lo tanto tiene compañeros afectados a la tarea estudiantil y otros en actividades fuera de este.
*Para esta primera parte nos pareció importante pedirle una opinión sobre el incidente que días atrás ocurrió en el Colegio Nacional Carlos Pellegrini, donde alumnos respaldados por el Centro de Estudiantes impidieron el ingreso del nuevo rector a la institución.
- Es muy difícil explicarlo. Buenos Aires y La Plata son dos ciudades políticamente, a nivel universitario y secundario, con realidades diferentes a las nuestras. Por eso los motivos o justificaciones que tengan ellos son difíciles de entender, porque acá no pasa. Muchas veces, el ímpetu juvenil lleva a no medir los tiempos. Posiblemente los motivos que tienen los chicos son válidos. El tema es que existían otro tipo de instancias antes de llegar a tomar el colegio y no dejar entrar a nadie.
- Es muy difícil explicarlo. Buenos Aires y La Plata son dos ciudades políticamente, a nivel universitario y secundario, con realidades diferentes a las nuestras. Por eso los motivos o justificaciones que tengan ellos son difíciles de entender, porque acá no pasa. Muchas veces, el ímpetu juvenil lleva a no medir los tiempos. Posiblemente los motivos que tienen los chicos son válidos. El tema es que existían otro tipo de instancias antes de llegar a tomar el colegio y no dejar entrar a nadie.
- Frente a esto hay dos posibilidades: la primera es la ya realizada y la segunda opción es intentar negociar, juntar firmas, ir al municipio, ir al rectorado, hacer asambleas y como ultima instancia, si no queda otra opción tomar el colegio. Sinceramente no conozco el tema del Colegio Pellegrini en profundidad para juzgar si estuvieron bien o mal. Lo que me ilusiona es que chicos de la secundaria quieran que las cosas salgan bien. Hace 30 años, los chicos del Pellegrini no podían protestar y que hoy en día se pueda hacer me parece bastante alentador.
(En el próximo número de EPIlogo continuaremos la entrevista a Walter Buceta)
Christián C.
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