miércoles, 8 de agosto de 2007

Nora Cortiñas- 2º Parte

Luego de publicada la primera parte, EPIlogo decidió sacar a la luz un segundo segmento, donde se transcribe el cierre de la exposición, que tuvo palabras concretas de parte de su protagonista, Nora Cortiñas. Además, se adjunta una breve síntesis publicada por el matutino Página 12 sobre el cominezo de la lucha de las "Madres" y, en particular, de quien nos deja su testimonio.

Esta Madre, nunca cruzó los brazos ni dio la espalda a pesar de haberse sentido abatida por la tristeza y relegada por la justicia, afirmó en sus palaras "que el pueblo está siempre y a lo largo de la historia en la resistencia y que ella no pararía hasta dejar de respirar... Nosotros tenemos que hacer la PATRIA GRANDE, la que querían el "Che", San Martín, Belgrano, Moreno…HAY QUE SALIR DE ACÁ CON LA FIRME CONVICCIÓN DE QUE VAMOS A VENCER”

Los jóvenes que escuchamos este mensaje y que lo reproducimos, queremos hacer llegar el mismo a los lectores, porque deberían sentirse involucrados con un tema que es próximo a nuestra realidad y con cuyas consecuencias hoy lidiamos, porque tenemos padres, tíos, abuelos que padecieron esa etapa de nuestro país. Porque en definitiva, somos ahora nosotros quienes debemos defender y seguir luchando con los consejos que ellos, sabiamente, nos dejaron.

Apuntes y vivencias de una Madre

Cuando secuestraron a su hijo Gustavo, en la estación Castelar, el 15 abril de 1977, Nora Cortiñas era profesora de alta costura. "Mi vida era otra vida", dice, sin nostalgia ni retórica gestual. Sencillamente, tuvo otra vida hasta hace 29 años. Justo 15 días antes del primer acto en la Plaza de Mayo de las madres, el sábado 30 de abril, secuestraron a Gustavo y cambió para siempre la vida de Nora."Hice un hábeas corpus y lo fui a ver al obispo de Morón, Miguel Raspanti, que se decía a sí mismo el «cura rojo». Pero con el tiempo descubrí que de rojo nunca tuvo nada".

En las primeras semanas de aquel mayo de 1977, Cortiñas se contactó con otras madres que habían comenzado a reunirse, impulsadas por Azucena Villaflor, hacedora fundamental del grupo inicial, la que convocó a la plaza y arremetió contra el dictador Videla, por entonces jefe de un gobierno consolidado y hasta con consenso. Siete meses después, el 10 de diciembre, a instancias de Alfredo Astiz, Azucena fue secuestrada y desaparecida."Nosotras dejábamos a nuestros maridos e hijos en casa, y nos juntábamos en la plaza, para preservar una parte de la familia. Calculábamos que a nosotras solas era más difícil que nos reprimieran", recuerda Cortiñas.

Selene A. /Carolina D. / Daniela A.

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